Cuando desde España se hace algo que trasciende fronteras y está muy bien realizado hay que aplaudirlo hasta cansarnos. La cadena de trasplantes de riñón con seis personas trasplantadas con riñones donados sin tener vínculos afectivos, pero intercambiando compatibilidades y ayudándose unos a otros, es además de una excelente idea un engranaje personal y humano digno de sentir orgulloso a toda una sociedad.
Una persona necesita un riñón y tras encontrar la magnificencia un familiar donante es muy posible que este no sea compatible con el receptor. Con esta fórmula humanitaria, se busca un riñón en donde se pueda encontrar, pero el riñón que donaría el familiar se emplea para otro enfermo en otra ciudad a quien se le solicita otro familiar que done otro riñón aunque tampoco sea para su familiar directo. Así, en cadena, hasta seis ejemplos de solidaridad. Entre Madrid, Barakaldo, Barcelona y Cádiz. Engranando personas y familiares que quieran donar órganos para salvar la vida a sus parejas o familiares, aunque sea de forma indirecta