Cada vez se escuchan más declaraciones que inciden en apoyar y complementar los sueldos con criterios de productividad, y eso suena bien si se hace bien y muy mal si se hace mal. Pero yo añado otro punto más al debate.
Apoyemos los sueldos con criterios de beneficios empresariales antes de impuestos o a las ventas y entreguemos suficiente información a los trabajadores para que no se sientan engañados.
Hay que motivar a los trabajadores, hay que crecer en productividad, hay que volver a la situación en la que los trabajadores creían en su empresa.
Hagamos pues algo atrevido y que sirva para motivar la excelencia y el trabajo o servicio bien realizado.
Parece lógico que la empresa que mejor trabaje, que más productividad tiene y más beneficios obtiene de su trabajo, sea capaz de repartir mejor estos excedentes logrados entre todas las partes de la empresa entre todos los miembros de la misma en una proporción aprobada, estudiada, consensuada.
¿Por qué no avanzamos más en las cooperativas, en las sociedades anónimas laborales, en las posibilidades de que los trabajadores de empresas en crisis se hagan cargo de las mismas antes de que se liquiden y se cierren?
¿Por qué no enseñamos mas y mejor a crear empresas, sean Cooperativas o SAL?