Si el fuerte calor del verano es difícil de soportar, es peor cuando la mujer está embarazada. Las mujeres se sienten más cansadas, de mal humor, agobiadas y sin ganas de hacer nada. Con estos consejos que te proporciono, te ayudaré a pasar un verano algo más soportable y fresco. Muchos de ellos son de simple sentido común.
Procura salir a la calle en las horas de menos calor.
Preferiblemente por la mañana y por la noche. Evita la luz directa del sol entre las 10 de la mañana y 4 de la tarde.
Si estas en casa, usa el aire acondicionado. Si en tu caso, no hay aire acondicionado o solo lo usan por la noche, no olvides usar el abanico todo el tiempo posible.
Abre aquellas ventanas por donde no entra el sol temprano en la mañana para que se refresque la casa. Coloca cortinas que bloqueen el sol en aquellas áreas por donde entra el sol, para evitar que la casa se caliente.
Usa ropa ligera, de colores claros, preferiblemente de algodón. No uses ropa demasiado ajustada. Trata de usar zapatos cómodos, para que no te inflamen los pies.
Aplícate protector solar cuando salgas a dar un paseo, para así evitar las manchas de la piel que provoca el sol en algunas embarazadas.
Mantente hidratada tomando mucha agua y otras bebidas hidratantes. Siempre que estés en la calle lleva una botella con agua en el bolso, mejor si lleva algo de limón o un poco de azúcar y sal.
Disminuye la ingesta de sal en las comidas, ya que evitará que retengas líquido y así te sientas incomoda. Trata de ingerir alimentos frescos como ensaladas y frutas.
Refréscate tomando una ducha o un baño tibio o frio (si lo resistes).
Duerme una pequeña siesta. El calor en las horas más duras nos hace sentir agotadas, y una siesta te hace sentir mejor.
Busca ayuda de tu pareja en las tareas cotidianas del hogar y de la familia.