Yo creo que en todo el mundo mundial, con el turismo se intenta abusar un poco aprovechándonos de su ignorancia a la hora de elegir qué comprar tras salir de su país. Pero estos sistemas tan cutres deben desaparecer pues la calidad sobre todo pero la seriedad también, deben primar en lo que ofrecemos desde España a los que nos visitan.
Esta semana he realizado esta fotografía de cuatro cajas de galletas (presuntamente) que aúnan la calidad de un producto bueno con los títulos en la caja que invitan a que se intenten vender por los ojos, a través de marcas o de textos que en realidad engañan.
España fabrica muy buena repostería, pero ninguna es la que se esconde detrás de nombres tan absurdos como estos.
Galletas “Torito Español”. Galletas “Made in España”mezclando inglés y castellano. Rosquillas “Tetillas de monja” joroba con el nombre. O delicias de nata con el nombre de las pastas “Sabores de mi pueblo”.No hay que fiarse cuando se indica además que es “repostería de autor” como si el resto de galletas no fueran de algún autor aunque no lo digan a nadie pues lo que importa es el sabor y el precio, la caldiad y el buen trabajo, que lo hay de sobra.