Una vez que nos hemos dado cuenta de que el suelo se nos
mueve, todos quedamos descolocados. Hoy Susana Díaz ha demostrado algo de
cordura política y ha decidido no presentarse a la Secretaría General del PSOE
en una de las pocas decisiones correctas de estos meses en un panorama político
que funciona a velocidad asombrosa.
Susana Díaz tiene la obligación de cuidar el granero andaluz
y no jugar a perder en Madrid. Por eso su decisión supone un golpe de aire
fresco de cara al medio plazo. Pero deja abierto el camino sin que nadie
destaque como guía, como explorador.
El 25 de mayo todos los partidos convencionales, los que ya
tenemos algún puesto de responsabilidad institucional, nos hemos visto segados
por los tobillos. Unos pocos militantes lo reconocen pero ninguna organización
lo asume de puertas a la calle.
Quedan jóvenes de mediana edad que intentarán conquistar la
posibilidad de gobernar un PSOE complejo. Un partido socialista en el que hay
que tomar una serio de decisiones que le marcarán durante las dos próximas
décadas. ¿Quién las va a tomar?
Podría ser Eduardo Madina o Pedro Sánchez como los dos
únicos referentes que son además Diputados, una figura muy importante para
edificar la alternativa. ¿Hay más? Si pero o no tiene apoyos o no quieren caer
en la responsabilidad. Necesitan un empujón de alguien con mando en plaza.
Estaremos atentos a esta semana crucial.