Pedro Sánchez es ya el nuevo líder del PSOE, lo que no
garantiza que sea el líder del nuevo PSOE. El trabajo que tiene por delante es
inmenso, el tiempo juega en su contra, las alabanzas que va a recibir estarán
envenenadas y deberá aprender mucho más de lo que aparenta saber, pues las
aguas viene revueltas cuando no enturbiadas a propósito.
En los próximos días veremos la decisión más complicada que
tiene que tomar Pedro Sánchez. Demostrar que sabe hacer equipo, que acierta al elegir y al
rodearse de los que junto a él deberán cambiar la dirección (o no) de un
partido necesario en esta España destrozada, pero un partido sin rumbo y sobre
todo con pocas esperanzas.
En la medida en que lo aplaudan los contrincantes políticos
veremos sus debilidades. En la forma de saber hacer su equipo de la Ejecutiva,
veremos sus aciertos. De momento las decisiones que tiene que tomar no van a
ser sencillas. Pero todos estaremos atentos pues representa algo más que una decisión
interna de un partido político.