Lo que se está haciendo con Arnaldo Otegi es un error estratégico de tontos políticos, con perdón por la violencia que puede desatar esta opinión. Arnaldo Otegi no debería estar en la cárcel por interés para España, por lógica histórica, por sentido común. Pero en justicia constitucional el sentido común no es excesivamente común.
Arnaldo Otegi saldrá algún día de la cárcel, creemos, y ese día y si quieren sus amigos políticos se convertirá en Lendakari por votación de los vascos y en un Mandela vasco con ideas muy respetadas tras muchos años detenido por motivos que se entenderán políticos por los que le tendrán que votar. Y antes de ser yo tachado de bolivariano como a Podemos, diré que en parte es inentendible que siga en la cárcel, algo que también han visto así 5 de los 12 magistrados del Constitucional con sus votos particulares.
Parece que no queremos cerrar las heridas, no deseamos abrir nuevas posibilidades desde el diálogo, parecemos incapaces de entender que la historia se escribe cada día y así evoluciona y se avanza, se escribe y se olvida, se perdona y se comprende para las nuevas generaciones. La historia no nos pertenece solo a nosotros sino a todos los que estaban antes y los que vendrán después. La historia siempre es algo compartido. La paz no es sencilla, por eso es necesario tener buena vista y ganas de entender a todos los que participan en ella. ¿He dicho a todos alguna vez?