Como era previsible, ayer Rajoy y Mas se reunieron para
nada. O eso nos quieren hacer creer. Lo curioso es que Rajoy o alguien de su
gobierno no nos haya dicho nada, no haya salido a contarnos su opinión sobre el
tema muy importante de Cataluña y haya mandado a Camacho en otro error táctico,
pues es tanto como decir que la independencia de Cataluña es un asunto solo
catalán. Que es precisamente lo que quiere que sea Artur Mas y los catalanes.
Si se han reunido dos horas para no hablar, es perder la
oportunidad casi única de escenificar algunos caminos de acuerdo. Por que tan
importante es llegar a entendimientos leves como demostrarlos y enseñarlos,
para desenchufar las prisas y las dudas, los temores y los miedos. Sobre todo
económicos ahora que el “niño” de la economía parece que respira solo.
No sabemos quieres han estado reunidos, el nivel del
encuentro. Si solo han estado los dos maromos o han acudido también asesores
políticos, que es imaginable que si, excepto que quisieran el secreto como
mejor herramienta de futuro. Si es así, mal vamos todos.
Lo de Cataluña no es un órdago para ver qué puede caer, la
situación es tan compleja que es una realidad que nos llevará a todos a ver
decisiones de complicado entendimiento. A todos. Si malo es que el Parlamento
de Cataluña apruebe la independencia de España, más malo es sentar el
precedente histórico de suspender el Estatuto de Autonomía de Cataluña y que
Madrid se haga cargo de las gestiones catalanas. Y no digo nada si se termina
deteniendo por desobediencia a los responsables del Gobierno catalán.
Estaríamos en un crecimiento de la violencia política de complicadísimo
análisis.
No es nada fácil resolver el problema, por eso tener solo
dos horas de encuentro suena a broma de mal gusto, y que no se den explicaciones
sobre lo acontecido un mal inicio de la solución. No se trata de ceder, sino de
diagnosticar y tratar.