Tenemos como sociedad menos sexo del que nos imaginamos y mucho menos sexo del que decimos, algo que además va en aumento. No hay tampoco casi diferencia entre la cantidad del sexo si vives con pareja o si estás sin pareja, lo que nos indica que además de darle poca importancia al sexo, nos estamos haciendo un lío de tamaño considerable. ¿Por qué ya no tenemos tanto deseo sexual?
Incluso se están dando datos preocupante para la salud mental y familiar. Un 20% de los matrimonios no tiene sexo nunca, algo que enseguida clasificamos como matrimonios de mucha edad, pero no siempre es así. Algo más de un 10% de los matrimonio con menos de 50 años de edad solo hacen el amor una vez al año. Seria interesante saber además en qué condiciones y por qué.
Los jóvenes con pareja o con parejas esporádicas tienen a realizar sexo más de 100 veces al año, pero estas posibilidades van bajando no tanto por la seguridad de la relación o la edad como por el cansancio y la apatía.
Efectivamente, además, estos datos son muy variables, es decir muchas parejas no cumplen en absoluto estos parámetros, lo que nos indica que hay muchas otras parejas que están en peores números sexuales que estos que se conocen y que son la media.
El deseo sexual baja con los años de matrimonio, pero un 30% lo pierden casi en su totalidad, algo más en las mujeres.
Muchas veces detrás se esconde un conflicto de relación, malos entendimientos entre personas, heridas sin curar, situaciones mantenidas que con libertad económica conducirían a divorcios.
Exceso de trabajo y falta de sueño, agotamiento mental, estrés y ligeras depresiones que además conllevan la toma de antidepresivos lo que resta deseo sexual en gran medida.
Incluso odio hacia la pareja, en distintos grados, lo que lleva a castigar a la compañía de vida con la negación a realizar el acto sexual. Convertimos pues la relación en una situación complicada de asimilar en el medio plazo.
¿Pero qué nos sucede si no hacemos sexo con la naturalidad y frecuencia normal entre animales racionales?
Pues nos volvemos más irritables, con más ira contenida, con menos poder para mejorar la relación familiar, con más capacidad para buscar fuera de la relación otras relaciones sexuales en ambos sexos, perdemos intimidad y respeto compartido, e incluso perdemos salud mental.
¿Cuánto es el sexo considerado normal? La cantidad importa, como importa la calidad. Pero cuando se está en una situación débil, la cantidad toma el puesto capaz de intentar mejorar. El margen que nunca debe perderse hacia abajo, el límite mínimo debe ser una relación sexual al mes. El límite normal que si se pierde hay que intentar mejorar debe ser una relación sexual a la semana o cada 10 días. Lo habitual en personas con una relación estable pero con algunos años de convivencia debe ser de un par de veces a la semana, pero no de forma uniforme, es decir de entre 6 a 10 relaciones sexuales al mes. Tener entre 20 y 50 relaciones sexuales al mes es una maravilla que hay que conservar, si ambas partes están contentas con la situación y se tienen con una calidad media alta.