El arte cura. No todo el arte y no siempre, pero seguro que mejora el alma y con ella el cuerpo. Cura practicarlo en casa, en grupo, pero también observándolo. Y recuerda que hay muchas clases de ARTE. El teatro, la música, las artes visuales, la literatura, la fotografía, las técnicas textiles.
Nadie sabe bien si tenemos alma, todos sabemos que tenemos cuerpo y dudas, muchas dudas y heridas, y que todo lo que trasmite paz, serenidad y calma, lo que comunica sin pedir mucho a cambio, sin desearte manipular el pensamiento, está logrando que sea positivo y se mejore el cuerpo.
El arte cura en tiempos de graves tormentas, en tiempos de dudas, en momentos de abandono mental, cuando la dejadez se nos apodera o cuando nos dicen que estamos deprimidos. El arte logra mejorar nuestras vidas pues nos enseña otras maneras de entender el entorno, con la construcción de idiomas callados. En tiempos en que todos gritamos, encontrarte con el silencio de arte, aunque mueva entrañas, es un lujo.
Algunos terapeutas recetan ARTE aunque suene extraño. Arte como terapia para construir y crear.
El arte cura en tiempos de graves tormentas, en tiempos de dudas, en momentos de abandono mental, cuando la dejadez se nos apodera o cuando nos dicen que estamos deprimidos. El arte logra mejorar nuestras vidas pues nos enseña otras maneras de entender el entorno, con la construcción de idiomas callados. En tiempos en que todos gritamos, encontrarte con el silencio de arte, aunque mueva entrañas, es un lujo.
Algunos terapeutas recetan ARTE aunque suene extraño. Arte como terapia para construir y crear.
Pero también arte para contemplar, para observar aunque creas que no lo entiendes. Todo el arte se entiende. Todo. Por todos.
Lo que es seguro es que cada uno de nosotros podemos entender y comprender cada obra de Arte de una forma diferente.
No intentes entender el arte como lo quiso el artista o como lo está entendiendo tul vecino o el amigo. El arte, las artes, están abiertas en canal para que cada uno de nosotros les saquemos el sabor que deseemos, que necesitemos en cada momento.
No intentes entender el arte como lo quiso el artista o como lo está entendiendo tul vecino o el amigo. El arte, las artes, están abiertas en canal para que cada uno de nosotros les saquemos el sabor que deseemos, que necesitemos en cada momento.
Déjate llevar, disfruta y olvídate de entender nada que no sea disfrutar o sufrir. Con el arte también se puede sufrir, pero tal y como se entra en el dolor se sale. Con la misma facilidad de darte la vuelta o cerrar los ojos. El arte es agradecido hasta para eso.