Hoy he visto “El perfecto anfitrión” en La 2, una de esas
películas teatrales, puro teatro en vídeo, que además de atraparte juega
contigo como espectador, desde la obviedad pero desde el juego compartido.
Un
buen trabajo del actor David Hyde Pierce que engaña y
convence, que juega con todos nosotros al igual que juega con su personaje y
con los que le rodean.
El cine es eso, mentira, engaño, juego,
arte de seducción, capacidad de atraer a su mentira e ir destrozando las
verdades que te puedas imaginar. Es una película sencilla, pero hacía un tiempo
en que no veía una película teatral, de esas que suele firma Allen el gran
Wody, cuando le viene la gana de hacer algo sublime. “El perfecto anfitrión” no
llega a eso, pero explora la mentira junto a verdades para mezclar todo sin
agitar mucho. Bien.