Hoy hace cuatro años el cinturón de seguridad de mi coche
nos salvó la vida a mi esposa y a mi. Tras tres vueltas de campana en una autopista
terminamos en la mediana boca abajo, sujetos por el cinturón de seguridad, tras
haber visto como volaba el equipo de radio del coche hasta el maletero o se
desmontaba toda la guantera y volaba por los aires. El coche quedó destrozado,
pero nosotros quedamos casi enteros. El cinturón de seguridad aguantó muy bien
y todo terminó con la pérdida de vista en un ojo y una costilla rota. Mi esposa
casi nada de nada.
Apuntar que el cinturón de seguridad salva vidas es obvio,
que hay que recordarlo, también. Sobre todo por las personas que hemos tenido la
suerte de llevarlo puesto en el momento negro.