La música se siembra y se abona. Luego se recogen las sinfonías
La música se siembra. Es así de sencillo, la música se siembre sobre terrenos abonados. Antes hay que trabajar a las tierras receptoras, y tras sembrar y regar se recogen los fritos del sonido. Pero en los últimos años se está dejando de sembrar cultura, música, arte, formación. El sol está cabreado pues no se aprovecha su fuerza.