Nos quejamos de que en España ya no hay trabajo para todos,
que el desempleo es una rémora imposible de revertir. Y en parte todos tenemos
parte de responsabilidad de que esto sea así. Os pongo un ejemplo personal de
esta misma semana, sobre el sector turismo, uno de los puntales del empleo en España.
Estos días he estado en un hostal muy de diseño, en una gran
ciudad española, pequeño y muy guapo, temáticamente dedicado a un cuento muy
conocido. Agradable, muy bien decorado y sin una sola persona que lo atendiera.
Eran seis habitaciones pero en los tres día solo vi a la responsable
cinco minutos y de casualidad para saludarnos. La reserva y el pago se hace por
internet. No hay nadie en la recepción y entras al patio y a la planta con unas
claves que te envían por email para recoger tu llave de habitación que te está
esperando en una cajita.
El acceso al wifi funciona perfectamente y la hoja para
rellenar con tus datos personales te la dejan en la mesilla de noche. El
desayuno lo tienes preparado por las mañanas con repostería, zumos, cafés,
mermeladas o panes sin que nadie te sirva, en una pequeña cocina que tiene de
todo. Una persona en media jornada (no es necesario más) limpia varios hostales todas las mañanas y rellena la cocina de lo que
falta para el desayuno del día posterior. Mucho rosa, mucha poesía, música
ambiente y amabilidad telefónica. Pero da la sensación de que nadie trabaja
allí mientras todo funciona como necesitas. En el mismo lugar tienen lavadoras
y secadoras para auto limpiar la ropa blanca. Todo parece auto empleo. Todo es
ajustar la rentabilidad al máximo para dar un buen servicio y un precio bajo. El cliente queda contento por el servicio aunque la optimización nos haya llevado a la pérdida de empleo.
¿La seguridad? Efectivamente en todo momento hay cámaras de
seguridad que te graban y sobre todo graban las incidencias, y antes como futuro cliente has tenido
que entregar un email para recibir la confirmación y las claves de acceso,
email que debes confirmar antes de que te envíen los datos, más un número de
cuenta para hacer los cargos. Son los nuevos sistemas de trabajo. Nos pueden
gustar o no, pero han venido para quedarse.