Conviene recordar las obviedades, pues por algo se han
sabido mantener en los tiempos.
“Para responder al momento, hay que estar en el momento”
Esta frase que ahora la ha vuelto a poner de moda el Banco
Sabadell nos lleva a la lógica que olvidamos. La suerte (casi) no existe como tal en toda su potencia, o
si existe nos tiene que pillar o trabajando o en el lugar por donde pasa.
Para
que las soluciones tengan sentido, nos deben pillar apuntando en una libreta
(de papel o mental) lo que sucede y sus consecuencias, las variables y sus
posibilidades laterales por si algo se puede modificar. Tenemos que estar
siempre “en ese momento” en el que suceden las oportunidades; y “estar” no es
pasar por allí, es algo mucho más complejo, es sobre todo darnos cuenta de que “estamos”
y por ello que nos encontramos preparados para saber cazar al vuelo las
oportunidades o las decisiones que se nos vienen encima.
El componente de suerte siempre es agradablemente admirado, pero tenemos que darnos cuenta de que viene hacia nosotros y saber de qué forma la podemos sujetar para que no se nos escape. No es fácil "tener" suerte, lo más común es "saber cazar" la suerte.
Tampoco debemos estar todas las horas del día en esa tensión que ahora nos imaginamos necesaria pra lograr cazar o que nos interesa. En realidad es suficiente con saber activar los chivatos que se nos enciendan cuando algo extraordinario se acerca a nosotros. Las oportunidades nunca son comunes o grises, siempre vienen envueltas en colores potentes. Incluso las oportunidades negativas, de las que hay que huir.