En tiempos complicados, soluciones innovadoras. Más en lo
personal, en la calidad de vida, en la felicidad provocada para tapar los
disgustos y los problemas. Para ello nada como la nueva “Terapia del Yoga de la
Risa”.
Un médico de India dicen que es quien empezó a plantear esta
modalidad de Yoga hace dos décadas, provocando la risa que aunque empiece falsa
al final se vuelve contagiosa y por ello totalmente real y válida. Se trata de
reírse sin ningún motivo, sin provocación motivada, simplemente dejando fluir
la risa para que nos invada y nos obligue a reírnos.
Es un simple juego de niño para adultos, combinado con
ejercicios de respiración, ejercicios físicos normales, bailes, aplausos,
gestos, movimientos acompasados, teatrales, excéntricos. Son ejercicios de yoga
llevados al punto del ejercicios esperpéntico en grupo que sirve para provocar
la risa en alguno de sus miembros y con ella el contagio.
Simplemente con estos ejercicios nuestro cuerpo reacciona
admitiendo más oxígeno desde la respiración y logrando que crezcan las
endorfinas que esos esas cositas que nos dan en forma química con las pastillas
antidepresivas.
La risa siempre es contagiosa y el cuerpo humano según se
insiste desde los partidarios de estas técnicas, no sabe diferencias bien si es
una risa real o una risa provocada. Una vez comenzada impregna todo el cuerpo.
Y sobre todo vacía la mente de sensaciones negativas, relajando las
expectativas, ampliando la sensación de alegría, valorando más la propia vida.
Nos ayuda en las depresiones leves, pero también en los
problemas cardíacos, en nuestra capacidad pulmonar, en aprender a respirar con
más calidad, en poder defendernos mejor ante enfermedades muy variadas al hacer
crecer nuestro sistema inmunológico, creando un sistema natural analgésico
alrededor de nuestro potencial natural de defensa.