Estamos en tiempos en los que cada vez más se valora la lentitud en los contactos sexuales, pero también en todo tipo de relaciones con la vida. Hay personas, sobre todo hombres, a las que el sexo les dura muy pocos minutos, placenteros sin duda, pero escasos. Sobre todo a los hombres que llevan días sin hacer el amor y que en pocos minutos no pueden aguantar más la eyaculación.
Un truco que se emplea a menudo en estos casos es masturbarse unas horas antes, para que el cuerpo te pille más relajado, con menos necesidad de vaciar los deseos sexuales. Las masturbaciones en hombres y mujeres son unos ejercicios muy beneficiosos.
Otro sistema para el que se requiere un poco de práctica es parar la relación sexual, para que el cuerpo “se enfríe” sexualmente, pero solo unos segundos para que ninguna de las dos personas pierdan la concentración y el clímax. Parando unos segundos se logra rebajar la tensión, pero en llegando a un punto esto es imposible.
Otra solución o pequeño truco es apretar la base del penecon dos dedos o incluso clavando una uña pero con delicadeza. Se trata de notarlo pero no de que se haga daño. Se distrae la sensación del final sexual y se logra alargar un poco el tiempo final.
El yoga o el Pilates tiene algunos ejercicios que sirven tanto para mujeres como para hombres a la hora de lograr que los músculos de la pelvis estén más fuertes y por ello sean más controlables. Es un sistema más lento y que sin duda hay que ir haciendo muchos días antes de que se puedan probar sus resultados.
Muchas parejas inician los contactos sexuales en posiciones incómodas, vestidos, en lugares que no son los que al final recibirán las caricias últimas y con ellos alargan el juego amoroso unos minutos. Se empiezan con posiciones extrañas, que vayan haciendo crecer el deseo y el clímax pero poco a poco. Las posiciones en las que se está de forma perpendicular o en las que no se toca todo el cuerpo son las más lentas.