Hay muchos tipos de drogas pero todas tienen en común la dependencia, la pérdida de libertad para poder decidir por que así quieres en qué momento ya no quieres seguir consumiendo el producto que te atrapa. Y hay haber muchos tipos de drogas y de muchas diferentes fuerzas, a veces nos creemos que aquella que nosotros tomamos no nos está privando de la libertad para dejarla cuando queramos. Pero la realidad es que siempre necesitamos ayuda. Veamos algunos consejos para intentar salir de estas enfermedades, de estas faltas de libertad personal.
Es fundamental que te digas a ti mismo que SI quieres abandonar el vicio, la adicción, las drogas, sean fuertes, duras, leves, alcohol, tabaco o cualquier otro tipo de sustancia que te tiene atado. Por eso una vez que hayas decidido dejar las drogas, debes convencerte de que gran parte del trabajo depende de ti.
Debes lograr salir de lo que te ofrecen los amigos o compañías habituales que te rodean hasta el momento de la decisión de dejar las drogas. Es fundamental que los que te rodean, sean los de siempre o nuevos, sepan que estás dejando el consumo y que te deben ayudar a no recaer.
Hay que acudir a solicitar ayuda a lugares muy diversos. Hay asociaciones, pero también está el médico de familia que te remitirá a psicología o a otros departamentos médicos para recibir ayuda profesional, están tus propios amigos si ellos no están dentro de las drogas, sin duda tu familia, gente anónima que conocerás a partir de ahora si la buscas en redes sociales o en asociaciones. Son miles de personas que están en tu misma situación y muchas de ellas ya están siendo ayudada por otros y logrando salir del infierno de la enfermedad.
No tengas prisa en lograrlo, aunque desde el primer día debes cerrar toda posibilidad de recaer. Al menos necesitarás entre 2 y 4 meses para sentir que ya has dado el paso definitivo. Para que se deje la adicción necesitas un segundo, pero para saber que lo estás logrando se necesita tiempo, y un gran esfuerzo tuyo. Pero la adaptación total del tejido cerebral para dejarte como una persona anterior a la drogadicción tardará unos 3 a 5 años según personas. Hay que decir que a partir de las 2 semanas ya empezarás a notar mejoría. Recuerda que son precisamente estas 2 ó 3 primeras semanas las más críticas para no volverte atrás y recaer. Cada día que pasa es un éxito en tu beneficio.
Hay que cambiar de amistades peligrosas, de lugares habituales en donde hasta ahora consumías, de los mismos caminos por donde te movías hasta ahora. Tu cambio debe ser más amplio que decidir en silencio que ya no vas a tomar sustancias. Debes buscar si es posible a una amistad que nunca haya consumido drogas para comentarle a el tu nueva situación y escuchar sus apoyos.
Nunca es recomendable iniciar la decisión junto a otra persona, pues cada uno necesita diversas técnicas, distintos tiempos, y su voluntad es diferente. No te ates a que otros lo están logrando. Pueden caer otra vez y en cambio tú sentirte con fuerza, y su recaída te puede llevar al fondo a ti.
En los tiempos de abstinencia hay que comer platos sencillos y con muchas proteínas. Debes agotarte poco pues todas tus fuerzas deben ser para vencer los malos días, las males decisiones que te atacan el pensamiento. No tomes muchos productos azucarados pues la glucosa en sangre debe mantenerse estable y parecida durante todo el día.
Lleva un diario en una libretita muy personal, donde apuntarás todos tus pensamientos sobre tu nueva decisión según te vayan viniendo. Recuerda aquellos tiempos anteriores en los que no estaban atado a las drogas y apunta en esa libreta todos los recuerdos positivos de aquellos tiempos. En la primera página hazte una lista con frases tuyas de aliento y léela cuando te falten fuerzas. En esa misma página y en rojo apunta qué hacer cuando la crisis te esté afectando. Puede ser llamar a un amigo, ponerte a hacer gimnasia o bicicleta, ducharte, masturbarte, etc. Algo que te haga cambiar rápidamente de pensamiento.
Intenta adivinar en qué momentos sueles estar más débil de carácter, en los que es más fácil caer en la tentación, en recaer en los problemas. Y estate mucho más atento en esos momentos o situaciones.
Ámate, habla de ti solo en tono positivo y con autoestima, eres capaz, lo estás logrando, lo saben los que te quieren, así que sigue en la misma posición aunque sepamos todos que no es fácil. Cuida tu salud, haz deporte, cuida la salud de tus familiares, pues ellos también te necesitan. Atiende a personas que están mucho peor que tu, por pobreza, abandono, enfermedad