Es el respaldo de uno de los asientos del coro de la iglesia
de San Marcos en la ciudad de León. Es una preciosidad del siglo XVI, muy bien
conservado aunque dentro de una iglesia por la que los siglos han pasado
borrando parte de sus excelentes esculturas.
Viendo tal hermosa figura uno piensa en el sacerdote que se
sentaría en esta sillería a cantar, dando con sus espalda sobre los pechos de
la mujer en relieve. Soy mal pensado, ya lo sé, pero seguro que este cura
soñaría más de una vez con tal dama que evidentemente sería alguna santa católica
o alguna mujer de la nobleza de aquellos siglos. Así que mejor no se lo podían colocar al
cura de espalda rozada, para que soñara por las noches.