Este es mi ocupa particular, mi vecino de piso al que ya
hacía unos meses que no veía. Anoche volvió a aparecer por la ventana y nos
alegramos todos. Si lo miras de cerca acojona, pero no pensamos acercarnos
mucho para no molestarlo. Es un buen tipo que lleva con nosotros varios años y
nunca nos ha molestado. Aunque todo hay que decirlo tampoco nos paga alquiler.
Al principio eran dos y se les veía juntos de vez en cuando, pero ahora
llevamos unos años en que solo vemos a una y aunque no podemos asegurar que sea
la misma siempre, nos da que se han divorciado. Curiosamente tiene la cola llena de pinchos pero lo que impresiona son sus manos palmípedas y con uñas,
sus manchas rojas entre los dedos. Y también su cabeza enorme para el cuerpo.
Sale barato de alimentación, él debe comer a su aire por la terraza y entre las
paredes del edificio. Es libre y se pasea por entre balcones como si todo le
perteneciera. Ayer le pille cansado y ojeroso, con pocas ganas de moverse. Me
miró un instante y pasó de mi. Sabe que somos amigos. Creo.