Ante la historia casi hemos convertido también en normal mentir,
para manipular y así llevarnos al redil a todas las gallinas posibles. El otro día
en León, en San Isidoro y viendo las tumbas de los Reyes del Reino de León,
lugar precioso con unas pinturas murales conocidas como la Capilla Sixtina del
Arte Románico que debemos conocer y disfrutar, terminé en la sala en donde nos
enseñaban el cáliz de Doña Urraca del siglo XII mostrado con todo lujo de
detalles y de explicaciones. La visita es con guía y allí mismo se nos explicó
toda la historia maravillosamente bonita de este “Santo Grial” que se conserva
en León.
El Santo Grial es la copa o el cáliz que empleó Jesucristo en
le Última Cena. Punto pelota. Pero yo este año tengo una duda enorme.
Jesucristo era pobre, esto debe hace unos 2.000 años. En aquella Cena estaban
13 personas. Pero se conserva el vaso de ágata en el que Jesús distribuyó el
vino de la comunión. Bien. No es lógico, peo bien.
Lo que ya no está tan bien es que en España yo haya visto
dos Santos Griales en el mismo año en dos ciudades diferentes. Uno en Valencia
y otro en León. Y una copia exacta del de Valencia en San Juan de la Peña en
Huesca. Jope. Si complicado es lograr conservarlo tras la Última Cena, más es
que se haya guardado hasta estos días y más que esté en España y peor que no
haya uno sino dos entre nosotros. Somos muy católicos, pero me parece una
suerte inmensa. O una jeta inmensa.