Los medios de comunicación son MUY necesarios, pero al igual
que todos los poderes, deben ser escuchados con el espíritu crítico y sabiendo
que en su poder está también las posibilidades de manipular la verdad.
Se manipula mintiendo, pero también callando, distrayendo,
mezclando, sumando o añadiendo. La realidad triste es que la verdad nunca es
única y siempre es una sensación, aunque todos creamos que esto es una
manipulación más y que la verdad es única.
Todas las verdades son interpretables, y de hecho todos las
interpretamos nosotros y de ese ejercicio nacen varias verdades distintas. Por eso
simplemente, deberíamos asumir que los medios de comunicación —que nos entregan la
verdad ya cocinada y con sabor para venderse y ser negocio— lo que entregan es simplemente una
verdad a medio digerir pero ya sazonada y lista para ser consumida sin producirnos dolores de estómago.
Somos nosotros los que debemos degustarla y sacar
de ella las conclusiones de sabor y calidad. La verdad absoluta de lo que nos entregan. ¿Verdad absoluta he
dicho?, no, absoluta solo para nosotros.