Lo de los aforados en España tiene bemoles. Se está decidiendo pasar
de 17.621 a 22 como si la diferencia fuera entendible por alguien. ¿Quiénes son
los 17.599 aforados que ahora ya no necesitan ser protegidos por encima del
resto de españoles?
Juegan con nosotros somos si fuéramos mercancía consumista,
es decir, necesaria para que todo siga funcionando. Pero poco más. Lo curioso
es que los políticos que hemos elegido desde todos los espectros políticos,
miran, se quejan, se vuelven a quejar, pero siguen participando de la
fantochada.
Contra las mayorías absolutas solo queda la respuesta
contundente de los pocos que quedan en los puestos de poder y que tienen
bemoles y sentido común, es decir de las minorías utilizadas para ocupar
espacio y así disimular de que todo es democrático. Participar aunque solo sea
mirando desde los sillones de los puestos ocupados porque así los elegimos, es
una equivocación. A veces lo más digno es abandonar, irse, dar un zapatazo
encima de la mesa.