Hoy Heraldo de Aragón ha publicado estas imágenes de una
prisión del siglo XVII en la localidad oscense de Broto. Reflejan unos grabados
realizados con un punzón por algún preso de esta celda, sobre las paredes
negras del humo de las propias hogueras que hacían para calentarse dentro del habitáculo,
y dibujando vírgenes, santos, nombres, cruces, dibujos casi infantiles y marcas
que les lograran acompañar en los tiempos eternos que tenían que pasar en aquellas
celdas, antes de volverse locos de soledad.
Hay algunas fechas rascadas sobre las paredes de cal. Los
años 1708, 1799, 1808 o incluso el ya más tardía 1910. Pájaros, ángeles que
volaban, San Pedro con las llaves del cielo, serpientes, monstruos nocturnos,
marcas imposibles de descifrar, sueños y penas. Un ejemplo de la soledad, de la
locura, de la pérdida de la libertad por todos los años que les restaban de
vida.