Ayer en Telecinco pusieron la película “El Vuelo” o “Flight” del director Robert Zemeckis donde se muestra con crudeza el problema del alcoholismo y la drogadicción en un piloto de aviación que representa un Denzel Washington excelente por el que recibió el Oscar a la interpretación.
Las personas alcohólicas y dominadas por la droga rara vez asumen sus problemas; siempre están convencidos de que dominan las situaciones y de que pueden dejar el vicio cuando ellos quieren. Si además son poderosos, inteligentes, ricos, tienen una vida social amplia y son personas muy respetadas en sus ambientes, la situación aun se convierte en más compleja de resolver. Ellos no están atrapados por el vicio sino por su personalidad y enfermedad, que les lleva tras perder la libertad a creer que siguen poseyendo el don del control sobre todas sus decisiones.
Unido todo este drama a la disyuntiva de seguir mintiendo, de continuar mintiéndose y sobre todo de tener que culpar a otra persona para defender sus mentiras, refleja perfectamente la película el mundo de la persona poseída por sus dolores mentales, sus derrotas, su pérdida de respeto personal y su hundimiento hacia todo lo que le rodea en la vida. El desprecio empieza por ellos mimos pero enseguida se contagia hacia todas las personas que les rodean.
Una película muy recomendable para todos, para las familias de alcohólicos, para ellos mismos si se atreven a verla y para los que juegan con las drogas pensando que como son personas de importancia, inteligentes y poderosos, pueden controlar todo lo que ellos se proponen, incluido su propio vicio que los está destrozando. El final es apoteósico dentro de la sencillez. Simplemente refleja que es posible la curación, la normalidad. La verdad.