Tras un árbol seco pocas cosas quedan por hacer. En España los cortamos pues molestan, y como además si están en la ciudad los jardineros dicen que hay que dejarlos unos años para que se sequen las raíces y así poderlos arrancar bien, pues quedan los huecos con el tronco cortado y molestando.
Pero en otras ciudades europeas lo que hacen es lo que vemos en la imagen. Se le entrega a un escultor local para que haga un trabajo artístico y si no sombra al menos entrega una visión simpática del lugar. En este caso de simpática tiene poco pero al menos es curiosa y mucho mejor que “nada”.