Este anuncio de Unicef del año 2012 es muy elocuente. Artísticamente perfecto. No hay que mostrar nada más para enseñar el hambre, la pobreza, la necesidad de pedir. Unicef ha sabido elegir muy bien al diseñador del anuncio. Esquematizar la acción de pedir, con elegancia pero con toda la necesidad del ser humano que no tiene ni para comida.