Olvídate de los monstruos. ¿Y si el amor fuera solo ternura? De este muro nos podemos quedar con los bichos de los extremos. O nos podemos quedar con la imagen de amor de los dos pajarillos del centro. El centro aquí pasa más desapercibido, la fuerza atrapa la mirada hacia los lados en donde hay más color y formas raras. Pero la belleza y el paraíso está dentro de la ternura, de tus ojos. Precisamente esos ojos entornados del pájaro de nuestra derecha es encantador.