Esto parecería agradable si estuviera enmarcado. Pero es una simple pared, no está enmarcado ni colgado en un gran palacio, sino es una obra de arte en la calle de San Francisco, aunque pintada por Banksy.
Si se pudiera despegar el niño de la pared, seguro que alguien se la hubiera llevado para enmarcarla y ponerla en el salón dorado de su palacio. Pero el valor reside en no tener precio. De momento.