Tus labios son dolorosos y tiernos, hermosos y perversos
No sabemos por qué eran dolorosos, aunque nos los imaginamos hermosos, gruesos pero tiernos, perversos incluso para atrapar. Tal vez lo doloroso sea para los que contemplándolos los desean, los intentan poseer. Encaja muy bien ser perversos y a la vez dolorosos para todos.