El genial Chumi Chúmez nos dejó en su vida geniales miradas que siguen siendo de total actualidad. Era una manera de ver la vida que se mantiene sobre todos nosotros, pues la sociedad no ha cambiado, no piensa cambiar. Somos así, aunque nos joda.
El prepotente de la casta, ahora tan de moda la palabra avisa a su pueblo: — ¡Yo se lo debo todo al pueblo!
Y alguien osado desde el pueblo que asiste como borregos al discurso del prepotente, se atreve a decirle: —¡Pues devuélveselo!