Estamos en pleno otoño y debemos continuar cuidando nuestra salud y entre las revisiones importante —pues se nos olvidan las buenas decisiones— está nuestra forma de alimentarnos, para no aumentar el sobrepeso.
Acabado el verano es posible que nos estemos olvidando de que hay que controlar lo que comemos, para no pasarnos y empezar a engordar nuestra cintura, y estar más cansados por ello.
Recordemos algunos consejos muy elementales.
Bebamos agua, más de la que bebemos, si no llegamos a los dos litros, al menos un litro aparte de lo habitual en las comidas.
No caigamos en las trampas de las harinas refinadas, la bollería, los dulces, la repostería industrial. Mucho cuidado con pasarnos en esto, pues son bombas contra nuestro organismo. De vez en cuando es posible, como norma es un peligro.
Menos sal, otra vez menos sal, pues retiene líquidos y engorda si no de peso si de tamaño.
Más ejercicio, no olvidarnos del que hacíamos en primavera, retomar el gimnasio si acudíamos a él, las caminatas o los ejercicios en casa.
Sigue con tus cuatro o cinco comidas al día, no olvides que el desayuno es muy importante, que la cena debe ser de lo más débil de todas las comidas y que para perder no debemos saltarnos ninguna de estas comidas. Menos cantidad pero obligatorio comer.
Y recuerda que la manzana, el apio o las borrajas, el marismo, las frutas rojas y verdes, las ensaladas con frutos secos o los tomates aderezados con hierbas naturales nos pueden dar unos placeres en el plato muy variados. Y son buenos para la salud además de controlar el peso.