Vamos a dividir el camino de la credibilidad en tres vertientes:
Nuestra capacidad para ser creíble y capaces
Nuestros valores personales y forma de ser
Nuestra capacidad de comunicar de forma entendible
La suma de estos factores lograrán unos resultados creíbles en nuestra relación con los que nos rodean en la actividad laboral o de equipo de trabajo.
Hay que tener formación suficiente y demostrarlo para que se nos respete por ello.
Hay que saber tomar decisiones y equivocarnos poco, tras lo que debemos saber izar nuestras decisiones sobre el problema y resolver la situación.
Hay que tener experiencia que sirva para generar confianza y ser honestos en nuestras decisiones.
Hay que ser optimista y trasladar sensación de capacidad para resolver los reveses.
Hay que hablar con claridad y de forma que lo entiendan bien los que nos escuchen.
Hay que saber organizar bien nuestro discurso y hacerlo educado y comprensible, teniendo en cuenta los diversos equipos a los que va dirigido.