Contra la dimisión, si no se quiere, está el cese. Si no sabemos dimitir, que siempre queda más molón, siempre queda el cese que queda como más violento.
El Genial Forges lo clavó en esta viñete que ya tiene sus años, pero los problemas son tan viejos que se repiten haga frío o calor, haya televisión o radio.