Algunos, para acercarse a nosotros, no lo saben hacer de frente, sino lateralmente. Hay que estar atentos, pues aunque no parezcan muy sinceros, lo son, solo que la timidez o el miedo y el respeto no les permiten acercarse de frente, dando la cara. A veces es muy fácil confundir la timidez con la prepotencia, comportarse de forma altiva, ser esquivo.
No saber relacionarse bien, no es lo mismo que no querer relacionarse bien.