Nunca insistiremos lo suficiente sobre la realidad laboral de España, mala, cambiando, de baja calidad, y a la que hay que adaptarse si se desea seguir vivo. Es muy duro para las generaciones que han conocido otras formas muy distintas de trabajar, pero es inevitable para las generaciones más jóvenes que son las que crean mercado laboral.
Se acabó el trabajo para toda la vida, pero también el trabajo estable y único. Es muy complicado tener un trabajo del que estés seguro vas a poder depender varios años. Incluso es muy complejo tener un trabajo solo, que logre llenar tus necesidades de todo tipo, económicas o de desarrollo mental y personal. Por eso muchos jóvenes optan por el autoempleo, trabajar por libres en un mercado al que intentan acceder desde distintas vertientes.
La tendencia creciente en España es trabajar para uno mismo, trabajando para varias empresas desde microtrabajos o proyectos pequeños que sumados ofrezcan una rentabilidad personal suficiente. No es lo que necesita España, pero los dirigentes nos condenan a este tipo de trabajos servicios, diversos, a veces no solo complementarios sino totalmente diversificados, en los que nunca podemos sacar el máximo rendimiento personal con arreglo a nuestra preparación. De momento.
Se puede trabajar por libre repartiendo nuestras horas entre diferentes proyectos y clientes.
O bien trabajar en un empleo estable pero no de jornada o sueldo suficiente y añadir un trabajo menor que sirva de complemento y que sea el que reporte desarrollo personal.
O también tener un pequeño trabajo fijo a tiempo parcial y llevar varias actividades que complemente los ingresos.
O trabajos muy temporales y de diversa actividad que nos puedan llevar a trabajar entre sectores totalmente diversos. O entre clientes muy diferentes pero dentro de la misma actividad de asesoramiento o servicio.
También es posible crear una pequeña empresa junto a varios compañeros o solo, que nunca piensa en ampliarse y que no logra aumentar su tamaño más allá de una cooperativa laboral con un par de empleados a lo sumo.
La tendencia en Estados Unidos entre estas cinco opciones anteriores son de aproximadamente un 40% la primera opción, sobre un 30% la segunda, un 20% la tercera, un 10% la cuarta y un 5% la última. Sumando más del 100% pues en algunos casos se solapan las distintas formas de acceder al mercado laboral.
En España tenemos en estos momentos entre 2 y 3 millones de trabajadores por cuenta propia, según que se analicen más o menos exigentes los datos de las personas que se dedican a trabajar como autónomos, tangan o no personas empleadas a su cargo y hasta qué número, y si entre estos trabajadores hay lo que se conoce como “falsos autónomos” que no son más que trabajadores que se ven obligados por la empresa a convertirse en autónomos si quieren trabajar dentro de ella. Esta práctica es ilegal pero desgraciadamente se está dando cada vez más en España.