Quien tiene un limón tiene un milagro. Eso dicen los expertos dietistas y en salud que no siempre es lo mismo que sanidad.
Simplemente cortado, exprimido en el acto y mezclado con un vaso de agua tibia es una medicina mañanera antiquísima para mejorar el sistema digestivo y para empezar el día perdiendo un mes de esa edad que empieza a producir arrugas.
Nos limpia de toxinas, ayuda a evitar las manchas de la piel y con sus más de 30 elementos naturales ayuda a sentirnos bien cada mañana con algo muy sencillo y barato.
Además ayuda a desprendernos de esos líquidos retenidos de más, ayuda a perder peso al ser un alimento alcalino, baja las cifras de ácido úrico, previene el ardor de estómago, facilita las digestiones y ayuda a los movimientos intestinales en personas con problemas de salud grave que le afecten a los intestinos.
En la boca alivia el mal aliento, aunque a veces puede producir problemas en el esmalte dental, por lo que se recomienda una limpieza constante y no cepillarse nada más haber tomado limón. Beber agua con limón ayuda a eliminar la acidez del cuerpo, pues aunque es un ácido se vuelve alcalino al ser metabolizado.
Pero además ayuda con el potasio a controlar ligeramente la presión arterial, aumentando las defensas naturales con su vitamina C y a prevenir la ansiedad o a controlarla mejor si esta es leve.
Así que para nuestro beneficio debemos tomar limones en casa, consumir agua con unas gotas de limón cuando no zumo de limón mezclado con otros zumos naturales y recordar que es un gran aliado en nuestra salud.