Hay muy diversas maneras de ser de izquierdas. Tantas que hasta nosotros mismos nos sorprendemos no dejando entrar en nuestro grupo ideológico a ciertas personas diferentes.
O tal vez simplemente es que no somos de izquierdas, pero disimulamos y decimos que si.
Si no abrazas el humanismo y la concordia, el entendimiento y el respeto, es más complicado ser de izquierdas.