La imagen es dura en todo: encuadre, color, formas, vestidos, texto, entorno. Es la sensación de la debilidad humana ante lo que no puede controlar, ante las incapacidades del reparto social, ante los dos o tres mundos ante los que estamos muchos en silencio y disimulando sin decirlo, pues pertenecemos al primero.
El cartel es clarísimo: “Sospechoso”. El trabajo de las personas que se meten dentro de lo sospechoso a intentar salvar la vida de otros, es de abrazar. Esos si son seres humanos.