Leo en la misma semana que el PSOE nos avisa del extremismo de Podemos, que el PP plantea gobernar con el PSOE, que IU está hecha un lío de los gordos, que algunos movimientos ya solicitan abiertamente que no quieren que entren los partidos políticos a resolver los problemas y que algunos movimientos sociales no pueden más de tanto trabajo sin continuidad.
En todo proceso de caos, lo habitual es no entender nada, no saber ni el camino ni la meta, dudar de todo. Y en eso estamos.
Incluso parte del PP parece no estar de acuerdo con Mariano Rajoy y este tampoco con los catalanes, mientras que estos no lo están entre ellos, aunque quieran conseguir lo mismo. Se trata de disimular mientras se juega al ajedrez de la política nueva. Estamos en la apertura. Baja el desempleo pero también bajan los afiliados a la Seguridad Social. Somos menos, más alicaídos y más tristes. Pero algunos siguen creyendo que esta partida también la van a ganar.