Hablaba ayer de la pirámide de Maslow y de sus conceptos psicológicos de motivación que fueron diseñados por Abraham Maslow hace medio siglo. Pero hoy en día las situaciones de las personas han cambiado ligeramente, nada es importante todavía, y las tecnologías nos llevan tal vez a plantearnos estos escalones de otra manera.
Sería la pirámide de Maslow 2.0 que también se emplea ya en el mundo empresarial, de los negocios y sin duda en el del conocimiento.
En lo más básico tendríamos la conexión a internet, poseer un ordenador y un teléfono móvil, entender lo que es el email, lo que es un navegador. Hoy casi todo el mundo ya conoce y posee estos elementos que se han convertido en básicos. Y quien no los pueda conocer, está considerado el analfabeto del siglo XXI.
En el segundo escalón tendríamos la seguridad, y para ello deberíamos conocer qué se puede y qué no se debe hacer con internet, conocer lo básico sobre contraseñas y seguridad, sobre antivirus, sobre claves de acceso a los programas o al teléfono. Sobre el camino que llevan las imágenes y textos que colgamos en la red y como se pueden convertir en una piedra en nuestro ascenso social.
Si seguimos subiendo en esta pirámide actual y moderna, nos encontramos sin duda con las redes sociales, con Twitter y Facebook, con Instagram o con Pinterest. Con la necesidad de estar en contacto. Con WatsApp o Telegram como herramientas básicas para estar en contacto, para hablar escribiendo.
El cuarto escalón lo ofrecen los blog y las redes sociales más elaboradas, la participación en reuniones de afines, los foros, la lectura de páginas informativas y de opinión.
Y para finalizar y en el último escalón tenemos la creación de la personalidad y el reconocimiento a base de proyectos en conjunto con otros afines, de trabajos colectivos o de blog de varias personas, el ciberactivismo, las quedadas, el compartir lo que se crea.
¿Hasta donde quieren ustedes ascender? ¿Se sienten inmersos en algún escalón determinado? Pues esto es lo que hay. Pero no olvide de pasar siempre por el segundo escalón, el más importante para ascender.