¿Donde está hoy la construcción del futuro? No lo sabemos. Ni la sociedad del futuro será igual, ni nuestra cultura, ni el arte o la simbología, tampoco el idioma, las formas, los colores, la organización.
Parecemos no cambiar simplemente porque cambiamos muchas veces hacia el punto de partida. Avanzamos hacia una dirección pero volvemos al principio por el miedo en alejarnos demasiado. Quien es un osado lo tildamos de loco. Quien no es un loco es un mediocre. Y la inmensa mayoría no somos nada. Ni eso somos.
Podemos vanagloriarnos de haber vivido los años más importantes de la historia de…, ¿de nuestra vida? Si lo que se vive es mucho pero poco queda, es tanto como no haber vivido nada.
Estamos sujetos entre todos nosotros a no ser nada, a no cambiar nada, a que incluso los que mueven los hilos no sepan porqué no quieren que nada sea nada. Apaguemos la luz y vayámonos a descansar al campo. Donde nadie nos vea llorar.