Volveremos, sin duda, a dar importancia a los valores de las personas dentro de las empresas, de las organizaciones que buscan ser las mejores, a lograr competir mejor y ofrecer un servicio más excelente. Y para ello necesitaremos en las empresas saber retener el talento, la originalidad, la preparación, las personas que encajan bien en el engranaje muy particular de cada empresa. Volveremos a poner en valor la selección de personal y la gestión de los recursos humanos, con el nombre nuevo que nos inventemos, pero con el objetivo de saber retenerles y por ello ser mejores en el complejo mundo empresarial que tendremos.
Para ello, para retener a las personas dentro de nuestras organizaciones, siempre tenemos los mismos dos objetivos. No sirve de nada unos buenos sueldos, lo sabemos aunque no todos los admitan así. Tampoco sirve del todo que seamos una empresa líder o que nuestra empresa ofrezca unos resultados positivos o que tengamos una excelente sala de reuniones o unas habitaciones modernas donde descansar si estamos estresados. Todo esto es importante, sin duda, pero no lo MÁS importante.
Lo primordial para retener a las persona en tu grupo es que el resto de equipo esté configurado por personas con calidad humana y profesional.
Que cada uno de los integrantes del equipo de trabajo esté convencido de que el trabajo duro que realizan cada día es importante para la empresa y para la sociedad, aunque sea de una forma no claramente visible.
La motivación de las personas no es el dinero del sueldo, eso dura muy poco tiempo. La motivación real para permanecer en una organización es que merezca la pena dedicarle tu vida, tu tiempo, que las relaciones humanas del grupo sean positivas, válidas, simplemente humanas. Y que el trabajo que estás realizando sirve para que el mundo sea mejor, para que las personas disfruten de él.