Los conceptos que rigen la educación en Finlandia son simples, muy sencillos de comprender y con unos resultados que sorprenden en las valoraciones estadísticas y de pruebas a las que se someten a los alumnos en todo el mundo, sea tipo Informe Pisa o similares. Incluso es un sistema fácil de copiar. ¿Cual es el motivo que nos lleva a no ser capaces de copiar los métodos tan simples para obtener unos resultados parecidos?
La educación de los niños se asienta en tres pilares que encajan entre ellos, se respetan y se valoran mucho. La familia, la escuela y los recursos públicos de educación ajenos a la escuela. Cada alumno es diferente, cada alumno es muy importante.
Los padres asumen como norma lógica que la educación de sus hijos es un asunto suyo, que son más responsables que la escuela en educar bien a sus hijos, que son el futuro de su familia. La conciliación laboral y familiar permite que los padres puedan estar más horas con sus hijos que en otros países.
La escuela contiene el futuro del país, los niños, y para ello ponen a los mejores profesionales e intelectuales al servicio de ese futuro, pues saben que solo los mejores lograrán los mejores resultados. Ser profesor en Finlandia es tener prestigio muy respetado.
Los mejores profesionales de la educación los destinan a Primaria, donde se les exige una nota de corte de 9 sobre 10 en sus bachilleratos. Además deben formarse profundamente en psicología y acción social, en matemáticas, lectura, empatía con niños y jóvenes más unas capacidades artísticas notables. Su autoridad en la escuela y en la sociedad es muy alta. Es normal ver en las clases además del profesor a personas “auxiliares de educación” que ayudan a controlar la clase y a trabajar con los niños con arreglo a las pautas que da el profesor.
Los profesores dan menos horas de clase que en otros países pero pasan bastantes horas en el colegio investigando, concertando con otros profesores materias o datos de los alumnos o preparando nuevas clases.
Las bibliotecas públicas y las bibliotecas familiares son de calidad, muy utilizadas, constantemente ampliadas y renovadas y muy visitadas también por los padres. El ambiente en las escuelas es acogedor, cómodo, cálido, cuidado, no superando los 400 alumnos por colegio.
Entre el 10% y el 12% de los presupuestos estatales de Finlandia o municipales de cada ciudad finlandesa, están dedicados a la educación.
En los seis primeros años de educación primaria (desde los 7 a los 12 años), el alumno lleva siempre el mismo profesor que conoce al grupo y a las individualidades y atiende a cada alumno según lo necesita. Antes existen los jardines de infancia con un último curso de preescolar, donde simplemente se despiertan las habilidades de los niños y su curiosidad por el mundo que les rodea. En esos jardines de infancia o preescolares, por las mañanas se dedican a una sola actividad educativa y por las tardes, todas, a jugar.
Hasta el curso 5º de Primaria (11 años) no existen las notas con números, aunque cada profesor sí sabe cómo está funcionando cada alumno. Pero no se trasmiten para que no haya competitividad entre familias y/o alumnos. La educación es muy personalizada atendiendo a la diversidad de los alumnos.
El número de alumnos por clase (ratio) es de entre 20 y 25 alumnos en Primaria. En la Secundaria se puede ver grupos de alumnos que no llegan a los 10 por materia.
Tan importante es estudiar como el juego y el descanso. Hasta los 7 años no se empieza la Primaria, se suelen impartir unas 4 clases por día, con descansos entre ellas de 15 minutos. Hay pocos deberes para casa pues los trabajos se hacen en clase.
No se premia la memorización sino la creatividad, la imaginación, la capacidad de trabajar en equipo y compartir con otros alumnos, la experimentación y la capacidad de entender. Las clases suelen ser activas y no pasivas, con participación de todos y no con la toma de notas o apuntes. Se habla mucho, se intercambian opiniones, se crean debates, etc.
El profesorado de refuerzo o de atención personalizada nunca trabaja con más de 5 alumnos máximo en sus clases. Las notas que se dan van desde el 4 al 10. Nunca se dan notas por debajo del 4. No tiene sentido valorar y medir el fallo, el error, el fracaso. En cambio sí hay que valorar los distintos grados de implicación o de éxito.
Toda la educación en Finlandia es gratuita, incluida la Universidad, tanto las matrículas como las clases, comedor, libros o material escolar. Toda sale de los impuestos y es asumido de muy buen grado por los ciudadanos de Finlandia, pues saben que los impuestos sirven para mejorar su país. Curiosamente y en contra de lo que se puede pensar, el coste de la educación en Finlandia no es tan alto como en otros países, pues está todo muy optimizado y existen pocas personas en el sistema que no estén realmente enseñando en clase.
Los conceptos clave que los alumnos deben conocer perfectamente son: Tener una identidad cultural internacional y abierta; ser personas libres y capaces; ser ciudadanos participativos y conocer el mundo de la empresa en todos sus escalones; ser responsables con su entorno; conocer los medios de comunicación y entenderlos; conocer bien la seguridad vial, saber trabajar en equipo, saber respetar a todas las personas y conocer con suficiencia las tecnologías del momento.