Era el verano del año 2005 y al genial Forges se le ocurrió pensar que los becarios eran una mano de obra barata casi gratis, que estos jóvenes licenciados podrían trabajar gratis para salvarnos de la crisis. No fue suficiente, la crisis vino y los becarios no están peor que antes de la crisis. Están igual. Ellos al menos no les afecta la crisis. Ahora cobran el doble que entonces. En el año 2005 cobraban "nada" y ahora "nada de nada".