Nada dura para siempre, ni lo bueno ni lo malo. Ni tú misma vas a durar para siempre. Da igual si lo quieres entender o si no quieres seguir leyendo, la única realidad es que nunca nadie ha durado hasta siempre. Así que vete preparando la despedida, la mochila que vas a dejar aquí, y disfruta del tiempo que te queda. Nadie sabe si será mucho o poco, por eso lo mejor es no pensar en ello, pero tenerlo presente para ser más feliz. Vive el ahora y disfruta mientras esto aguante.