El orden de los factores a veces, sí que entorpece la recuperación. Si ponemos muchos jefes analizando las soluciones posibles, es casi seguro que logren dictaminar qué es lo que falla y que es imposible de corregir, pues ellos no quieren modificar sus hábitos.
La culpa siempre es del aprendiz, por no ser capaz de asumir responsabilidades y cobrar menos. No tienen remedio estos peones de brega ¿verdad? Y mira que están altos, mirando los problemas.