Parque José Antonio Labordeta - Zaragoza |
Estamos a nada de serlo, de lograrlo, de poder conseguir nuestros objetivos más básicos. Pero siempre nos quedamos en la puerta, es como si llamáramos y nadie acudiera para abrirnos de verdad la puerta y así poder entrar.
La vida es un carrusel donde se baja y se sube, muy pocas veces se mantiene fija en una situación que nos agrade, y más veces tenemos la sensación de que estamos a punto de alcanzar la satisfacción, pero alguien no nos quiere abrir la puerta. Estamos a nada de lograrlo, pero nos quedamos con las ganas.
Llegar hasta allí también es muy importante. Tal vez ese punto de suerte o de empuje es el que os falla al final, pero eso mismo nos sucede a muchos. Traspasar la puerta es mucho más complicado que llegar a ella. Pero hay que llamar sin reblar, con todas nuestras fuerzas. Llegar no es suficiente, siempre hay que poner todo el empuje en que al final se nos abra la puerta.