¿Estamos preparados en la vida para las sorpresas negativas?


En la vida no todo es del color que te esperas. A veces te encuentras con asuntos que reflejan otro tono al esperado, y hay que lidiarlas igual. Estas gaviotas son marrones y no grises, la vida nos depara situaciones que no esperábamos. Hay que saber admitirlas y trabajarlas.

Tenemos que estar preparados siempre a entender y asumir que la vida no es una línea recta, que las sorpresas, buenas o malas, siempre están entre las posibilidades reales de sorprendernos, y que hay que tomarlas como una posibilidad más.

Todos parecemos preparados para asumir las sorpresas buenas, y nadie para soportar las sorpresas negativas. 

Pero ante la vida hay que prepararse al revés de la frase anterior, pues las circunstancias complicadas de asumir y las que nos necesitan tenernos más fuertes y preparados, precisamente son esas que reconocemos como negativas, son las que necesitan encontrarse con una persona más preparadas a afrontarlas y gobernarlas. 

Y lo primero es asumir que todo nos puede suceder y que nadie está libre de saltarse las posibilidades negativas de la vida. 

Calma, paciencia, asertividad, responsabilidad con uno mismo y resiliencia.