Sin duda es ligeramente más sencillo encontrar empleo en este año 2015 que en los seis años anteriores. No es suficiente, pero es mejor. ¿Aunque…, en qué condiciones laborales?
Es normal que un puesto de trabajo “de antes” aquellos de 8 horas diarias y con contrato indefinido, se hayan convertido en dos puestos de trabajo de 4 horas y dentro de una enorme variedad de posibilidades de contratos variados. Esto unido a la facilidad para modular los horarios según convenga, permite a las empresas que en lo que antes era un puesto fijo de 8 horas, se logre convertir en dos puestos de trabajo que pueden sumar desde las 4 horas a las 16 horas, sin cambios en los contratos, modificados según días, sin costes comparables si se hacen cambios. Añadido esto a contratos por servicio, temporales, incluso de días, formación, prácticas, estamos minusvalorando el mercado laboral, sin que desde los sindicatos digan que esto es una vergüenza, más allá de las declaraciones serias en medios.
En los 8 primeros meses de 2015 se realizaron 11,82 millones de contratos. De ellos sólo el 8,2% fueron indefinidos, pero sin garantía de que sean efectivamente indefinidos pues además de soportar unos periodos de pruebas letales, se pueden convertir en despidos por muy poco coste. Y en muchos de estos casos son contratos indefinidos por motivos ajenos a los deseos del empresario. O lo que es lo mismo, si deseas cubrir un puesto técnico de cierto nivel es muy complicado por parte de las empresas encontrar a una persona válida que acepte un contrato basura. Y en estos casos es donde se esconde gran parte de ese 4,7% de contratos indefinidos y a tiempo completo.
Es decir, tenemos claramente un doble mercado laboral, como siempre, pero cada vez más marcado. Los que pueden exigir y los que tienen que soportar. Y los primeros cada vez son muchos menos. En el año 2013 los contratos indefinidos fueron un 7,7% mientras que en el año 2011 llegaron al 10%.
Pero si tenemos en cuenta además que de esos 11,82 millones de contratos indefinidos muchos no son a tiempo completo, podemos asegurar que el mercado laboral en España no solo se empobrece sino que empobrece y mucho a la sociedad. Sólo el 4,7% de esos contratos fueron indefinidos y a tiempo completo. Poco más de medio millón de contratos que no cubren ni las bajas. Si además sabemos que el 65% de estos contratos no son realizado así de forma voluntaria, sino porque el trabajador no encuentra otra forma de estar en el mercado laboral, vemos que el empobrecimiento no sólo es económico, sino de productividad, formativo y de integración en los oficios, en las empresas, en los equipos. Esta es la España que entre todos vamos edificando, con más de 40 contratos laborales diferentes, donde siempre elige el empresario dentro de un gran abanico de posibilidades. Entre ellas las cada vez más utilizadas de emplear contratos en prácticas o de formación para trabajos que no tienen nada ni de prácticas ni de formación.